Algo de mí...4

Y una a una cayeron todas.
Es difícil describir las emociones que me embargaron, mas aún para mí ya que no soy una persona emotiva. Por lo tanto otra cualidad innata para dedicarme a ello. Pero sentí sobre todo la dicha de la victoria. Yo había podido.

10 años después de esta experiencia cambié la bolita amarilla por la de mi primera víctima.

A partir de aquel primer contacto en la feria, me hice asidua a estas paraditas. Me encantaba disparar a cada una de esas estúpidas bolitas, llegué a ver claro que si empezaba disparando primero las de arriba tenía muchas opciones de que en su caída arrastrara a otras. Otras veces pedía a mi acompañante qué bola quería que derribase, la fe en mí era absoluta. Empecé a entender aquello de "dónde pone el ojo pone la bala".

Pero esta no fue mas que una anécdota en mi vida, solo ahora al escribir esto me doy cuenta de que tal vez fue el principio. Soy una mujer analista y me gusta saber el porque de las cosas, aunque procuro no agobiarme con estos temas pero si tener claro de como la vida va tejiendo con sus múltiples hilos. Y si he de buscar el principio de la madeja, no soy capaz de ver otro.

Comentarios

  1. 10 años de práctica está muy bien.

    Buscando la perfección.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Ya se sabe...la perfección no existe...pero se intenta, se intenta...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario