Algo de mí 16...

Nuestro encuentro fue como una cita de negocios, rápida y concisa.
Habíamos quedado en un restaurante de la calle Enrique Granados de Barcelona. Cuándo llegué al local él ya me estaba esperando, me recibió levantándose y dándome la mano, inmediatamente el camarero nos ofreció la carta y pedimos; los dos coincidimos en un único plato, por su parte carne y por la mía pescado.

Fue directo al grano, buscaba gente anónima para realizar encargos según él especiales. La verdad no tenía ni idea de lo que me hablaba pero le dejé seguir. Jamás pronunció la palabra asesinato, pero su mirada me interrogaba; quería que tuviera claro de qué estábamos hablando. Evidentemente, todo llego a encajar a medida que iba contándome.

Me encontraba en un restaurante de Barcelona, cenando con un desconocido que me hablaba de un tema de la que jamás había ni pensado.
Me sentía flotando como si yo fuera dos personas en estos momentos, una escuchaba atentamente y la otra alucinaba a medida que pasaban los minutos.
¿De qué narices me estaba hablando?
¿Qué hacía yo aquí en vez de estar tranquilamente en mi casa?
Pero no me moví de la silla, seguí escuchándole, asistiendo con la cabeza de tanto en tanto.