Primer día de playa ahora que volvemos a estar los cuatro juntos.
Pocas veces me han asustado las circunstancias de la vida, las he ido trampeando como he sabido o como he podido.
Pero recuerdo perfectamente el primer día que pude pasear con mi hija cogidas de la mano, me sentí invencible como si esa manita me diera fuerza.
Imaginaros ahora...lo repelente que me puedo llegar a poner ;)
Esas manitas nos hacen invencibles, Tocaya!
ResponderEliminarPreciosa foto!!! No hay Cardenal Richelieu que pueda contra esos cuatro mosqueteros!
Beso guapa!
Ja, ja...has dado en el clavo!!!
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