Algo de mí...33

No recuerdo si el viaje se me hizo largo o corto, creo que iba tan ensimismada pensando en miles de detalles que llegué a mi destino sin haber dejado descansar mi mente en ningún momento.

Si recuerdo la hiperactividad que sufrí al llegar a Zaragoza y ver que faltaba un par de horas para que saliera el tren, no pensé en ningún momento en descansar en algún bar, comer me resultó imposible así que me dediqué a pasear, casi correr por el centro de la ciudad. Cuando por fin tomé el tren cogí mi asiento con ganas, pero no duró mucho mi inactividad, enseguida empecé a moverme como si un animal enjaulado se tratase.

El hecho de estar sentada demasiado tiempo cerca de otras personas en el tren hoy en día aún me sigue poniendo nerviosa, no puedo evitar el sentimiento de que me están observando aunque ahora la pantalla de un diario me hace sentir mas tranquila, pero en aquel viaje no fui capaz ni de abrirlo.

Comentarios

  1. Bueno al menos hemos llegado a Zaragoza.
    Pensé que el post podría acabar en el área de servicio de Martorell.
    Algo es algo.

    Besos tortuga.

    ResponderEliminar
  2. ja, ja...es que no todos podemos ser tan salvajes¡!

    Besos Toro.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario