Algo de mí...41

El tiempo pareció detenerse, no recuerdo si la espera se me hizo corta o larga, sólo tengo la sensación de que estaba en máxima alerta y tal como confiaba con los nervios templados.
Mi mano se introducía de tanto en tanto en mi chaqueta y podía palpar la pistola, este gesto me producía tranquilidad y a la vez me exasperaba, ya que ésta tenía un frío tacto que me desestabilizaba; era como un sobresalto que me desconcentraba , así que decidí que era mejor dejar de tocarla.

No sé el tiempo que pasó hasta que oí entrar alguien en el edificio, una parte de mí deseaba que fuera él y acabar con esta agonía, otra suplicaba que no viniese, que cambiase su rutina, que me tuviese que volver a casa habiendo fracasado. Quería estar en manos del destino, que éste decidiese por mí, yo ya me había preparado, yo ya me había decidido, que esta misión fuera la inflexión de lo que iba a ser mi vida.
Y los hados decidieron que debía actuar y de la mejor manera.

Al acercarse pude ver que era él, así que me puse en marcha, no tenía que dudar, ni que pensar, me había pasado cuatro días cavilando y repasando al milímetro todo lo que tenía que hacer.
Pulsé el ascensor que había mandado al primer piso, él me saludó y se puso a mi lado esperando, lo que se convirtió en una corta y tensa espera.

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