Al igual que el año pasado el pronostico de lluvia casi arruina uno de los días más bonitos que tenemos por estos lares: el día de Sant Jordi.Pero pudimos salir a pasear y comprar tranquilamente ya que al final la lluvia hizo acto de presencia por la madrugada dejando un sábado casi soleado.
El mister escogió un libro de Lars Keppler ya que por lo visto le encantó su anterior libro, y a mí me tocó unas magnificas rosas.
Como anécdota os pongo la foto de Julián que por primera vez en su vida se compró un libro y además tuvo la paciencia de que se lo dedicara el que es en estos momentos su ídolo: Josef Asram.
Menos mal que al final hizo buen tiempo.
ResponderEliminarBesos.
Es una de las tradiciones más hermosas de Catalunya.
ResponderEliminarTu pueblo está lleno de sensibilidad, madurez y respeto.
Un 23 de abril de hace muchos, muchos años, me regaló un libro una catalana que se había equivocado y estaba enamorada de mí; ademas me regaló una sonrisa. Naturalmente yo le regalé una rosa, tan hermosa como las que te regalaron ayer a ti.
Sí, tu país está lleno de tradiciones muy hermosas, por eso, y por muchas más cosas, es tan grande.
Saludos.
Pues me alegra que hayáis pasado un buen dia al final, yo también pasé un dia estupendo con mi Jordi en el campo con paintball y caballos.
ResponderEliminarAl final llovió pero ya tarde, menos mal...
Buena semana, Silvia.
Me encanta Sant Jordi, menos mal que el día aguantó. Aunque si hace sol se vive con más fuerza, verdad?
ResponderEliminarBesos