Se miraba al espejo y éste le engañaba, aquel reflejo no era él.
No recordaba en que momento pasó de ser una persona activa a esta sombra de si mismo, la vida lo estaba castigando demasiado duramente.
Él era conciente que los años no pasan en balde pero le costaba admitir que el final de sus días iban a ser tan duros, tan humillantes.
Ella le mira y sabe que piensa lo mismo, está asustada y aún no se ha resignado a cargar con un fardo durante vete a saber cuanto tiempo, tiene miedo, un miedo visceral a que su destino sea también el mismo: un desecho humano.
Le coge la mano y en ella siente todavía toda la energía que aún alberga, esa fuerza que demostró todos esos años juntos.
Los recuerdos se agolpan, duelen y a la vez le producen el placer de volver a vivirlos; en que momento dejé de ser su amor, su vida, su hombre?
Se miran, hay poco que decir y por tanto quisiera declararle aún su amor, pero tiene miedo, miedo a que su mirada sólo le devuelva compasión.
Cada vez hay más tragedias como esa.
ResponderEliminarQue pena.
Besos.
Sobrecogedoras tus palabras Susana.
ResponderEliminarBesos
Uf que tristeza, da escalofríos!!
ResponderEliminares un relato estremecedor y al mismo tiempo lleno de ternura.
ResponderEliminarbesitos
Hola Susana, agridulce, tierno y doloroso, pero desgraciadamente más real de lo que uno desearía que fuera...
ResponderEliminarMuy linda entrada, gracias por compartirla
Besos!
buf.. qué duro, qué fuerte, que lleno de emociones pero, sobre todo, qué triste
ResponderEliminarbesos
Mi Amiga, has retratado en tu excelente relato, a uno de los fantasmas màs temibles. El Final, el último tramo del camino puede ser uno de los màs tristes de la vida.
ResponderEliminarBesos mi cielo, y Muchas Gracias por la publicaciòn.
Preciosa foto!! Una entrada llena de sentimientos.
ResponderEliminarBss!!
hermoso, porfavor ve el mio,
ResponderEliminarSaludos desde USA, New York <3
http://vianka97.blogspot.com/
Creo que has hecho un análisis erróneo.
ResponderEliminarNo sé si has personalizado en alguien en concreto, pero no me ha gustado como escribes esta entrada.
No, la vejez no es así, y si así fuese, tenemos que buscar otro aroma o morir ya antes de llegar.
No, no me ha gustado tu entrada.
Saludos.
Hola, Susana, llegué hasta tu espacio a través de un blog amigo, me pareció muy bueno, voy a quedarme por aquí como seguidor, si me permites.
ResponderEliminarSi tienes ganas (sólo si tienes ganas), te invito a pasar por el mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
Es duro y triste, pero aunque hay quien no lo crea puede ocurrir. Y eso es lo más miedo me da de la vejez
ResponderEliminarBesos
Emma
a mi también me dio escalofrios leerte!!!
ResponderEliminarEs comovedor me an saltado las lágrimas namas acabar de leerlo!!
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