No soy ajena a los best seller, los hay que valen la pena y los hay que mejor ni me acerco.
Este me apetecía desde el momento en que lo vi, el tema del punto que tan de moda se ha puesto ahora me recuerda un pasado muy lejano en la que disfrutaba realizando ropa para mis muñecas y más tarde para mi sobrina.
Además la trama discurría en Nueva York, una ciudad que siempre me ha atraído y para ende un club femenino igual al que formé parte no hace demasiado aunque en mi caso era de lectura.
Por lo tanto pensé que me iba a sentir “como en casa” leyéndolo, y no me equivoqué.
Su lectura es tierna y fácil, si tuviera que buscar un símil culinario sería como saborear un dulce cupcake.
Este no creo que me guste.
ResponderEliminarBesos.
otro que tengo muchas ganas de leer
ResponderEliminarbesos
mmmm,me lo apunto como posible lectura veraniega!
ResponderEliminarNo, no lo leeré.
ResponderEliminarSi quiero leer un best seller releeré a Dumas. Volveré a leer El Conde de Montecristo y me emocionaré como la primera vez.
Los viernes los dejaré para salir a cenar con mis amigos.
Y en cuanto a tu símil culinario, prefiero tus recetas.
Saludos.
Estaba claro que a vosotros no os llamaría nada leerlo...igual le encontráis complicado de entender :p
ResponderEliminarPetó
Me has metido el gusanito en el cuerpo con este libro, pero yo soy mas del estilo de Javier, libracos gordos de aventuras, y si son de Dumas ya desaparezco del mapa por unos dias...... eso si lo viernes peli!
ResponderEliminarHola, yo también lo compré por curiosidad, y la verdad es que me gustó mucho. Es ligero de leer, pero tiene su punto. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Susana,
ResponderEliminarHe leído éste y el siguiente. Me gustó más el que comentas en tu entrada. Es cierto que es fácil de leer y es emotivo.
Saludos!!
Coincido contigo. Me queda poquito para terminarlo y me está encantando.
ResponderEliminarSaluditos