Verde que te quiero verde...


Me encuentro entre una duda casi existencial...lo dejo madurar en la rama o bien a resguardo en la cocina?

Tengo un enemigo que no da la cara, pero se come mi pobre cosecha de tomates.
Cual fue mi decepción la semana pasada cuando por fin pude vislumbrar un hermoso tomate casi a punto y 24 horas después solo encontrar los restos del festín esparcido por el suelo.

Pero claro la gracia está en poder comerse un tomate bien maduro del sol con todo su sabor, todas sus vitaminas...he declarado la guerra sin cuartel al enemigo.

Comentarios

  1. Ahora solo te falta criar gallinas y comprarte un delantal a cuadros.

    Y por las tardes punto de cruz.

    Besos.

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