El 5 de enero tuve la suerte de tener fiesta, así que organizamos una salida hacía Colliure.
Éste es un pueblo que siempre se me ha escapado, llevaba varios veranos intentando conocerlo, pero por una cosa o por otra quedaba en el tintero de los descubrimientos.
Así que ante unas temperaturas realmente inusuales para esta época del año, nos dirigimos al sur de Francia.
Lástima que prácticamente todos los comercios estaban cerrados, por lo visto su fuente de ingresos viene del turismo y cierran enero y casi todo febrero, nos fue difícil hasta tomar un café au lait.
Pero aún estando paseando por un pueblo fantasma, nos gustó tanto como esperábamos. Pero eso si, este pueblo me debe una visita con algo más de movimiento.
Al mediodía nos acercamos a Perpiñan, una población que mi hija no recordaba visitar, "pecamos" de lo lindo a la hora de comer (los tres seguimos la dieta Dukan) y paseamos por su lindo casco antiguo.
Una preciosa excursión.
ResponderEliminarGracias por compartirla.
Besos.
Yo también tengo ganas de ir a Colliure, nunca lo he visitado. Lo que llegan a cambiar los pueblos costeros en invierno
ResponderEliminarBesos
Emma
est población y Karl Larsson son descubrimientos que debo agradecerte.. qué maravilla!
ResponderEliminareste pueblo es precioso!! aún sin ambientillo me parece una auténtica gozada, el mar, el castillo(?) es todo tan bonito!! (y tan francés (suspiro)
besos
Se ve super pintoresco!
ResponderEliminarBeso y buena semana!