Salió bien

el experimento de principios de otoño.

Éste consistió en plantar los primeros ciclamenes que habían de durar los meses de otoño e invierno, pero con la peculiaridad que escondidos en la tierra puse unos bulbos de jacintos para ver si con suerte su floración coincidía con el declive del primero.

Y chapeau, la naturaleza me ha premiado con una maceta que lleva regalando flores desde septiembre.




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