Narcisos

en el jardín y ahora incluso dentro de casa.

Tengo una relación extraña con las flores, me encantan pero no me gusta que me las regalen ni yo comprarlas, aún me cuesta la belleza efímera.

Pero sabía que en las macetas también tenían los días contados, así que aguantando la respiración corté e introduje la primavera en el salón.

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