¿Y por qué no servir un menú monocolor?
En este caso nos podríamos decidir por el apasionado rojo y empezar con una ensalada de jamón y salami con higos, continuar con una pechugas de pollo con costra de parmesano y acabar con una tarta bicolor...todo ello regado con un estupendo vino negro.
En este caso nos podríamos decidir por el apasionado rojo y empezar con una ensalada de jamón y salami con higos, continuar con una pechugas de pollo con costra de parmesano y acabar con una tarta bicolor...todo ello regado con un estupendo vino negro.
Claro, eso es lo más lógico.
ResponderEliminarHace tiempo que lo hago:
Lunes, menú amarillo.
Martes, menú verde.
Miércoles, menú negro.
Jueves, menú naranja.
Viernes, menú violeta.
Sábado, menú blanco.
Domingo, menú marrón
y así...
Besos.
Wuaaaaaala...ya decía yo que algo en común teníamos:p
ResponderEliminarPetó