Reconozco que la primera vez que tomamos este vino fue por su nombre, evidentemente todo ello sumado a que nos apetecía un blanco fresquito y un Rueda nos parecía fantástico.
Pero últimamente me estoy encontrando, no sé si vosotr@s también, que se está rizando el rizo bautizando nombres de vinos, de restaurantes, títulos de libros y películas...pero volviendo a este vino, por primera vez entró en casa esta semana y después de refrescarlo en la nevera un par de horas lo pudimos disfrutar en la terraza en un dulce far niente.
Ahora entiendo lo de "eres más raro que un perro verde".
ResponderEliminarBesos.